Existen ciertos mitos sobre las reservas privadas de Kenia que todavía persisten en la mente de muchos viajeros. Esta clase de recintos son esenciales para la conservación de la flora y la fauna del país así que es hora de echar abajo algunos prejuicios.
Una de las mayores críticas al sistema de reservas privadas consiste en pensar que la gestión de los parques y reservas descuida la conservación de la vida salvaje. Esto es falso ya que, con toda probabilidad, muchas especies animales se habrían extinguido o habrían visto mermado su número significativamente de no ser por la intervención del ser humano. El antílope hirola es un claro ejemplo.
Por otro lado, está el asunto de la administración de las reservas de Kenia y su financiación. No todas las reservas cuentan con los mismos recursos ni se enfrentan a los mismos desafíos así que medirlas por el mismo rasero es algo injusto.
En cuanto a los fondos, hay que decir que gran parte de ellos proceden de organismos internacionales que dan mucha importancia a los estándares de calidad de las reservas y a los derechos de los trabajadores.
Por último, no es cierto que las comunidades indígenas sean las más capacitadas para mantener los recursos naturales y sacar provecho de ellos de manera sostenible. Las reservas privadas son piezas esenciales en la mejora de las condiciones de vida de la población.
En definitiva, para evitar caer en el error de valorar el funcionamiento de las reservas privadas de Kenia desde nuestras propias ideas preconcebidas es fundamental estar bien informado.
Las reservas privadas son importantes de cara a preservar los tesoros naturales de Kenia y favorecer el turismo sostenible. Por no mencionar el impacto positivo que esta afluencia de viajeros tiene en la economía y el desarrollo de las comunidades locales.
En suma, contribuir a perpetuar los mitos sobre las reservas privadas de Kenia sólo sirve para enturbiar la labor de miles de personas que se preocupan por el cuidado de su entorno y la protección de los animales. ¡No te dejes llevar por falsos estereotipos!

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