Vista del Valle del Rift
El Valle del Rift crece cada año.

El Valle del Rift es uno de los escenarios más impresionantes que puedes contemplar durante un safari. Se trata de mucho más que de una simple hendidura en la tierra puesto que el lugar está lleno de vida e historias del pasado lejano del hombre. ¡Prepárate para salir de expedición!
El primero en darse cuenta de la singularidad de este valle fue el geólogo John Walter Gregory. Corría el año 1893 y tras realizar una serie de análisis de las rocas de la zona Gregory concluyó que el valle se había formado a causa de un desplome del suelo y no de un lento proceso de vaciado ocasionado por la erosión. Este descubrimiento supuso toda una revolución.
Otra particularidad del Valle del Rift es que sigue creciendo cada año que pasa. La enorme grieta alcanza ni más ni menos que la octava parte de la circunferencia terrestre. ¡Seguro que ahora ves la inmensidad de esta formación natural con otros ojos!
Algunas personas apuntan a que el continuo aumento de tamaño del valle acabará provocando que una parte del continente africano se desprenda del resto con el tiempo. El nacimiento de esta hipotética isla será un acontecimiento asombroso pero no único dado que Madagascar tuvo comienzos similares.
La inmensidad del Valle del Rift deja sobrecogidos a los viajeros que se adentran en sus dominios por primera vez. Pero esa sensación de que el terreno se extiende uniformemente hasta dónde llega la vista es engañosa.
Aquí podrás avistar volcanes como el Ol Doinyo Lengai, por ejemplo. Para la tribu de los masái esta es la montaña de los dioses, es decir, un enclave sagrado. Y lo cierto es que al margen de consideraciones místicas o religiosas este volcán es muy especial puesto que su lava es fría si se la compara con la del resto de sus hermanos. Su temperatura es de 500 ºC como máximo.
Y por si esto fuera poco, la riqueza y variedad de la fauna salvaje que habita el valle también contribuyen a hacer de este rincón del mundo algo excepcional. Es bastante común ver viajeros subidos a sus vehículos 4×4 dispuestos a salir al encuentro de leopardos, cebras, rinocerontes o grandes concentraciones de aves a la orilla de los lagos.
En definitiva, el Valle del Rift es uno de los mejores destinos para ir de safari. Se trata de una mezcla perfecta que aúna paisajes de ensueño con la posibilidad de encontrarse cara a cara con animales exóticos en libertad. ¡Todo lo que un espíritu intrépido podría desear!

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