El bosque de Acacias más hermoso que puedas imaginarte se encuentra situado entre el Lago Manyara y el Valle del Rift. El paisaje y la riqueza vegetal de la zona son realmente impresionantes pero lo que ha dado fama a este pequeño rincón del mundo es la gran variedad de herbívoros y depredadores que se pueden avistar en su interior.
Hacer un safari por el bosque de Acacias te permitirá tomarte un pequeños respiro en los días más calurosos del año gracias a la sombra que proporcionan sus numerosos árboles. No obstante, la abundancia de vegetación tiene su punto negativo puesto que permite a los animales que viven aquí estar a salvo de miradas indiscretas.
Entre las especies más comunes que habitan este bosque se hallan las jirafas o los impalas. Puede darse el caso de que te cruces con un grupo de mangostas así que no te sorprendas si ves a los simpáticos miembros de esta especie a la caza de algunos insectos. Una comunidad de mangostas puede llegar a tener hasta cuarenta miembros.
Por otro lado, las manadas de elefantes también suelen campar sus anchas por el bosque. Les atraen especialmente unos frutos rojos de la zona así que si lo identificas puede que haya algún elefante en las proximidades.
Ojo, las copas de los árboles son el lugar favorito de los leopardos cuando se trata de buscar un sitio en el que descansar y desde el que poder acechar a posibles presas. Nunca te separes de tu guía durante el safari y sigue sus indicaciones de seguridad en todo momento.
¿Sabías que uno de los motivos por los que los leones se suben a los árboles en este bosque es la humedad del suelo? Resulta una imagen bastante curiosa y por lo que se sabe representa un mecanismo de defensa contra ciertos parásitos.
Como ves, el bosque de Acacias es un lugar lleno de encantos. Puede que este espacio lleno de árboles y arbustos espinosos no se corresponda con la imagen de un safari que tenías en mente pero su belleza y la diversidad de su vida salvaje son innegables.