Kenia es uno de los países del este de África que tiene el honor de ser el hábitat del chacal lomo negro. Esta especie es una de las más antiguas y agresivas de la familia de los chacales. ¡Sigue leyendo para aprender más cosas de este animal tan fascinante!
A pesar de que el chacal de lomo negro sea tan tan interesante y bello resulta que este animal no es muy popular entre los lugareños. Los motivos de esta mala prensa son que tiene la fastidiosa costumbre de atacar ganado y encima puede transmitir la rabia. ¡No te acerques mucho si lo ves durante tu safari!
Cuándo uno piensa en el chacal de lomo negro se pregunta cómo es posible que algo tan pequeño cause tantos inconvenientes entre la población local. Estos cánidos miden entre 60 y 90 centímetros de largo y no superen los 48 centímetros de altura.
Posiblemente los colores de su pelaje sean el origen de los numerosos apelativos de este chacal. Además de chacal de lomo negro se le conoce como chacal de lomo plateado y chacal rojo. Tiene el pelo blanco en el pecho y las patas y una especie de franja negra que va desde la zona trasera del cuello hasta la cola. El resto del cuerpo presenta tonos rojizos.
Si tienes buen ojo o te has llevado tus prismáticos de safari incluso puedes distinguir a los machos de las hembras en función de su aspecto. Una particularidad de este chacal es que las hembras tienen un color de pelo más apagado que el de los machos pero como son nocturnos te será difícil distinguir esto en medio de la oscuridad.
Los mejores lugares para avistar chacales de lomo negro son las zonas desérticas o con pocas precipitaciones al año. Esta especie puede sobrevivir tanto en la costa como en terreno boscoso. Lo fundamental es que no haya un exceso de vegetación.
No es extraño que estos chacales también se hayan adaptado a vivir a las afueras de ciudades afincadas en el desierto de Namibia. Como ya hemos dicho, la proximidad con el hombre supone un problema mayor para el ser humano que para estas fieras salvajes.
Comen de todo, desde insectos hasta plantas pasando por pequeños mamíferos. Y tampoco es que les moleste mucho consumir carroña si es que logran arrebatarle a los buitres los restos de las cacerías grandes felinos como el león o el leopardo.
La época de celo de esta especie abraca desde mayo hasta agosto. Ojo, los ejemplares se vuelven muy territoriales en estos meses así que más vale actuar con precaución si te cruzas con ellos en estas fechas. Sin embargo, aunque más arriba mencionamos sus tendencias violentas no olvides que los chacales son astutos. No suelen meterse con alguien que no es de su tamaño.
Seguro que te has enamorado del chacal de lomo negro. Es un depredador completamente diferente a los que se suelen buscar durante un safari. ¡Quizá encuentres uno cuándo menos lo esperas dando caza a un animal doméstico!