La visita al Parque Nacional de los Aberdares es completamente distinta a un safari tradicional. Dejamos de lado la búsqueda exhaustiva de animales para sumergirnos de lleno en este pequeño oasis de Kenia en el que podrás disfrutar de sus maravillas escondidas.
El Parque Nacional de los Aberdares no es uno de los más frecuentados de Kenia a pesar de ostentar el honor de ser el tercero más grande en tamaño del país africano. Una auténtica joya por explorar para el viajero que ya ha descubierto a los Cinco Grandes y quiere nuevas aventuras.
En este lugar el paisaje es muy diferente al de la sabana. La mayor parte del terreno está ocupada por una selva en la que el ambiente es húmedo y es frecuente que la visibilidad se vea entorpecida por neblinas espesas.
Y si eres aficionado a las montañas seguro que te gustará saber que el Kilimanjaro no es la única elevación que puede dejarte impresionado. En esta zona podrás ver cimas que se remontan hasta más de 4.000 metros de altura.
Otras de las formaciones naturales más bellas de este paraje son los saltos de agua. Lo mejor es que tienes dónde elegir porque puedes acercarte al Keruru Kahuru que tiene 270 metros de altura o a las Chania Falls que se sitúan prácticamente en el centro de este parque. ¡Las vistas son espectaculares!
Ojo, como hemos dicho más arriba los safaris en Aberdares son algo especial. En esencia, lo tupido de la vegetación hace que la búsqueda de animales resulte más dura de lo habitual.
Esto no quita para que la riqueza de la fauna de este área sea inmensa. Leones, leopardos, antílopes o cobos blanquinegros campan a sus anchas. Si tienes suerte incluso podrás ver una manada de elefantes.
Además, las aves también tienen su sitio. La concentración de árboles hacen que este entorno sea atractivo para multitud de pájaros de diversas especies. Por no mencionar la conveniencia de contar con numerosas fuentes de agua como lagunas o charcas.
Cuándo saques los prismáticos para vigilar el cielo deberás estar alerta ante la aparición del águila coronada, las garzas de cabezas negra o los ibis sagrados. No hay que confundir esta última especie con los animales que eran objeto de veneración en el Antiguo Egipto. Los distinguirás por su plumaje blanco en contraste con la cabeza y el cuello negros y sin plumas.
En caso de que te apetezca dormir en contacto con la naturaleza hemos de advertirte que no es seguro ir por libre. Hace ya algunos años, allá por la década de los 80, unos excursionistas fueron atacados por leones. Por esta razón, es imprescindible que preguntes por los servicios de los campings públicos.
En definitiva, si viajas hasta Kenia el Parque Nacional de los Aberdares es una de las visitas imprescindibles que no te puedes perder durante tu estancia. Eso sí, olvídate de cruzarte con grandes grupos de animales y relájate contemplando el paisaje que se despliega ante ti. ¡No te arrepentirás de la experiencia!