¿Sabías que existían las jirafas blancas? Una madre y su cría fueron descubiertas en Kenia el año pasado para sorpresa tanto de turistas de todo el mundo como de la población local. ¡Te desvelamos el misterio su extraño color de piel!
La aparición de unas jirafas blancas saltó de inmediato a los medios de comunicación. No es para menos si tenemos en cuenta que encontrar una jirafa que tenga esta clase de pigmentación es algo bastante raro.
Sin embargo, es importante que aclaremos que no se trata de animales albinos sino que padecen otra enfermedad llamada leucismo. La principal diferencia es que las especies con leucismo sí que producen un pigmento oscuro en los denominados tejidos blandos. Los ojos oscuros de estas jirafas son un claro ejemplo de esta circunstancia.
Esta peculiar familia de jirafas fue vista en la Conservación Ishaqbini Hirola que se encuentra dentro de la región de Garrisa. Según comunicó en su momento el Hirola Conservation Programme estas jirafas blancas parecían extremadamente tranquilas ante la proximidad del hombre si exceptuamos la insistencia del ejemplar adulto para que la cría se escondiera entre la vegetación.
Sin lugar a dudas, la escena habría sido digna de verse ya que esta ha sido sólo la tercera grabación de la que se tiene constancia en la que aparecen jirafas de este color de piel. Los otros dos hallazgos se dieron en 2016, uno de ellos en la propia Conservación Ishaqbini Hirola y el otro en el Parque Nacional de Tarangire.
Hasta la fecha, se sabe que hay alrededor de 8500 jirafas de color blanco viviendo en la selva. Principalmente se dejan ver por Somalía, el sur de Etiopía y el norte de Kenia. ¡Si vienes de safari más te vale tener preparada la cámara de fotos por si consigues captar una imagen única de estos animales!
El reducido número de estas jirafas tan particulares hace que sean especialmente vulnerables. Además, hay otros factores que influyen en sus posibilidades de supervivencia como son las dificultades que se presentan ante el rechazo del resto de los miembros de la manada.
Si al hombre le extraña el pelaje blanco de estas jirafas a sus congéneres les ocurre exactamente lo mismo. Ni que decir tiene que la vida en la selva sin el respaldo de un grupo es cuando menos complicada.
Tampoco se debe pasar por alto el hecho de que el pelaje de una jirafa normal, por decirlo de alguna manera, se camufla mucho mejor entre la vegetación. Una jirafa de color blanco es un reclamo casi irresistible para los depredadores.
Hay que reconocer que las jirafas blancas son un auténtico tesoro y como tal se deben cuidar y apreciar. Verlas es un auténtico milagro así que desde el equipo de Masikio te aconsejamos que no te obsesiones con encontrarlas si vienes de safari. ¡Afortunadamente sólo verlas en foto ya merece la pena!