Serval
El serval tiene un oído agudo gracias a sus grandes orejas.

El serval es uno de los animales más esquivos de Masai Mara. Algo que no es de extrañar teniendo en cuenta que esta fascinante especie se encuentra en peligro de extinción. ¡Vamos a conocer un poco mejor a este gran felino!
Para el ojo inexperto el serval puede llegar a confundirse con un guepardo. En las zonas de densa vegetación es especialmente difícil apreciar las diferencias entre estos dos animales ya que ambos poseen un pelaje dorado cubierto por motas de color oscuro. No obstante, como enseguida veremos, ahí es dónde empieza y acaba todo el parecido.
A pesar de su aspecto adorable el serval no deja de ser un depredador. Mide unos 100 centímetros como máximo y pesa unos 20 kilos. Pero esta ligereza no le hace menos letal así que has de tener mucha precaución si te cruzas con uno durante tu safari.
Dos de los rasgos más distintivos del serval son sus grandes orejas y sus largas patas. Estas últimas le resultan muy útiles para avistar a sus presas a través de las hierbas altas tan características en las zonas en las que habitan.
Como habrás imaginado, el serval tiene un oído bastante fino que le permite detectar s sus presas incluso cuándo éstas se hallan escondidas en el interior de sus madrigueras. Y una vez que un serval localiza un objetivo más vale que el desafortunado animal pueda poner distancia de por medio. Un serval puede saltar más de tres metros y medio y matar o aturdir a su presa durante el aterrizaje.
Su alimentación se compone básicamente de roedores y aves pero existen ocasiones en las que se atreve a dar caza a algún antílope. Sin embargo, su tamaño le impide enzarzarse en una lucha con presas de gran envergadura y lo convierte en un objetivo para otros animales carnívoros. ¿Sabías que a veces se han visto leopardos devorando servales? No parece que los lazos de parentesco importen mucho.
Además, hay otro problema que amenaza la supervivencia del serval. A pesar de que esta especie se adapta a diversos ambientes y puede asentarse en sabanas, selvas y áreas semi desérticas la acción del hombre ha provocado un descenso brusco del número de ejemplares de esta especie animal.
El motivo no es otro que el valor de su piel. El pelaje del serval es un bien muy codiciado casi en cualquier parte de África y la caza indiscriminada ha provocado que los servales estén en peligro de extinción.
Y criarlos en cautividad es un asunto complicado. Su aspecto y su tamaño nos inducen a pensar en los servales como animales domésticos pero estos no aceptan de buen grado la convivencia con el hombre. No hay que olvidar que siguen siendo fieras salvajes. Están hechos para vivir en libertad.
Ahora que conoces mejor al serval quizá seas capaz de distinguirlo de grandes felinos más famosos como el leopardo y el guepardo. Eso sí, sacarle a una foto a este animal es una tarea extremadamente difícil así que no te desanimes si no lo consigues. ¡Si tienes la suerte de verlo ya es bastante!

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