El ñu africano es uno de los animales más impresionantes que te puedes encontrar durante un safari. A pesar de ser un herbívoro su aspecto fiero llama poderosamente la atención. Una melena enmarañada y cuernos letales no son rasgos fáciles de ignorar. ¡Aprendamos algo más de estos animales!
Una de las mejores armas defensivas del ñu es su gran tamaño. Atacarle no es tarea sencilla aunque se halle dentro de la dieta de los principales depredadores de la sabana como pueden ser el león, el guepardo o las hienas.
Por si no lo sabías, el ñu forma parte de la familia de los antílopes. Son enormes ya que pueden alcanzar hasta los dos metros y medio de alto y los ejemplares adultos llegan a pesar hasta 275 kilos. No te dejes engañar por su aspecto robusto, son ágiles y verlos en carrera es todo un espectáculo.
Por lo general, viven en las llanuras en las que crece la hierba o en los bosques. Durante la Gran Migración los ñus son una de las especies más buscadas en Masai Mara ya que observar a las grandes manadas en movimiento es algo inolvidable.
os ñus son animales migratorios y por ende, están en constante movimiento. En mayo o junio, numerosas manadas y millones de individuos viajan desde las zonas secas hacia el norte y este en busca de nuevas fuentes de alimento, de agua y de minerales esenciales como el fósforo. Esto sucede cada año.
Avistar a los ñus es relativamente sencillo porque al contrario de lo que ocurre con otras especies ellos se mantienen activos tanto de día como de noche. Su búsqueda de alimento no tiene fin y no es raro que se detengan un rato para pastar.
El ñu es un animal polígamo ya que formar lazos familiares viajando de un lugar a otro no es tarea simple. Las hembras están en plena madurez sexual entre los 16 meses y los dos años mientras que los machos no sienten el instinto de reproducirse hasta los dos años.
La época de celo coincide con el final de la estación lluviosa. Es entonces cuándo las hembras acuden a los territorios en los que se han asentado los machos que intentan atraerlas moviéndose y emitiendo gruñidos.
Las crías que nazcan como resultado de estas uniones aprenderán a andar nada más llegar al mundo. Esto es esencial ya que al cabo de unos días tendrán que seguir el ritmo de la manada. El estilo de vida nómada no se detiene.
Aunque en día el ñu africano no se ve amenazado por actividades como la caza lo cierto es que su hábitat se está fragmentando. Esto dificulta el correcto desarrollo del peregrinaje de esta especie en busca de recursos y fuentes de alimento. ¡Debemos redoblar esfuerzos para proteger estos magníficos ejemplares!