¿Te gustaría hacer un safari para ver flamencos en Tanzania? Estas aves tan esbeltas y elegantes llaman poderosamente la atención gracias al color rosáceo de sus plumas pero ahí no es dónde termina la magia.
A pesar de su belleza, los flamencos no suelen encontrarse entre las especies más populares que todo viajero quiere avistar en su primer safari. No obstante, basta un breve encuentro en el Parque Nacional del Lago Manyara o a orillas del Lago Nakuru para enamorarse de esta especie.
Ver a un grupo de flamencos en su hábitat natural es algo único. Resulta que estos animales están hechos para convivir en sociedad y tienden a reunirse en grandes colonias. Su elevado número les protege de los depredadores que se ven obligados a perseguir a un solo ejemplar mientras los otros inician la huida.
Y, por supuesto, vivir en comunidad también resulta ventajoso en época de cría. Todos construyen pequeños conos de barro en los que anidar al mismo tiempo y esto hace que sus polluelos tengan más probabilidades de sobrevivir.
En el artículo en el que te explicamos por qué los flamencos son rosas ya te avisamos de que esta especie necesita unas condiciones muy concretas para prosperar y desarrollarse. Los lagos salinos alcalinos por los que se mueven a sus anchas gracias a sus patas escamosas son un peligro para otros animales porque el agua puede alcanzar unas temperaturas de alrededor de 60 ºC.
Teniendo esto en cuenta, los mejores lugares para avistar flamencos en Tanzania son el Lago Natrón, el Parque Nacional del Lago Manyara y el Lago Eyasi. Ojo, los dos primeros son destinos más masificados por lo que si buscas tranquilidad debes escoger la ruta del Lago Eyasi.
Como ves, los flamencos de Tanzania son una parte fundamental del paisaje. Estas aves son interesantes por su aspecto pero si profundizamos un poco podemos ver que su auténtico valor reside en su capacidad para adaptarse y organizarse en grupos para subsistir. ¡Estas aves no son sólo una cara bonita!
